
Llegó el día. Me cansé de arrastrar mi pesado portátil por la calle. Parecía evidente que me había equivocado en optar por las prestaciones en lugar de un equipo mucho más ligero y versátil. Se trataba de un ordenador premium con apenas dos años de muy poco uso y que costó en factura cerca de los 2.000 euros. Me estaba doliendo el asunto casi más que la espalda, pero no dudé en recurrir a eBay para poner en venta el equipo.
Después de leer varias opiniones, mi opinión sobre e-bay está empeorando